ZP, ese hombre - V parte

Después del montaje de la asociación de Pilar Manjón para dividir y anular a la Asociación de Víctimas del Terrorismo, después del nombramiento de un Alto Comisionado Para Dividir y Anular a las Víctimas del Terrorismo, después del montaje de la agresión de Bono en una manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo sin que nada de ello haya servido para socavar a la asociación que se opone a la negociación con los terroristas, ya sólo les quedaba un golpe de estado para poner a un colaboracionista al frente.

Y lo han intentado, aunque lo han hecho de la manera más retorcida y burda. A la manera socialista. Las irregulares maniobras para echar a la actual Junta Directiva y tomar el control de la ATV han incluido presiones a los asociados a quienes han sondeado con engaños para averiguar su intención de voto y desviarlo hacia una candidatura alternativa pidiéndoles la firma y una copia del DNI mediante engaños para hacerles creer que estaban delegando su voto para una plataforma de apoyo a Alcaraz, el actual presidente. Pero las falsas encuestas telefónicas con acceso a la base de datos confidencial de la AVT, los autobuses pagados para asistir a la asamblea donde se elegiría nuevo presidente y las campañas para recoger votos delegados sin autorización han salido a la luz, denunciadas por docenas de asociados.

Detrás de tanta basura está el abogado Pablo Broseta, cuya candidatura a la presidencia de la ATV venía negando hasta dos días antes de las elecciones. Este abogado, que asume las tesis del Gobierno y que a pesar de ello niega hacerle el juego a ZP, se justifica diciendo que se presenta para "despolitizar la AVT y lograr el consenso y la unión de todas las asociaciones de víctimas para ser interlocutores básicos en el proceso abierto tras el alto el fuego de ETA".

Dice Broseta que la «posible negociación» con ETA es una "decisión política que nuestro Gobierno lleva madurando desde hace mucho tiempo", añadiendo que "yo no soy quién para decir si los representantes políticos tienen o no que negociar" con la banda. También abogó por recuperar la comunicación rota con el comisionado para las víctimas del terrorismo, Gregorio Peces-Barba, a quien el Gobierno nombró para intentar diluir a la ATV ante las negociaciones que ya se estaban llevando a cabo con ETA y la oposición que las víctimas estaban mostrando a tal posibilidad.

El resultado de la chapuza no podía ser otro que el triunfo de la dignidad y la verdad. En el lado contrario, el abogado Broseta, el mismo que no ha dudado en utilizar el engaño hasta el último momento y que de no haber andado listas las víctimas les habría dado una inesperada sorpresa el día de las elecciones tomando el poder en favor de unas posturas que no son las de la mayoría de las víctimas.

Ellos no quieren ni se merecen la rendición de España ante ETA después de muchos años de sufrimiento y miles de víctimas. Ellos siguen pensando que los terroristas no merecen conseguir finalmente sus objetivos, olvidando tantas muertes inocentes que quedarían en un sacrificio inútil y sin sentido. Ellos no desean que sus seres queridos, mutilados y enterrados, hayan servido para que los terroristas consigan a cambio su premio.

El abogado Broseta, de profesión justiciero, no entra en ello. Negociar con ETA y darles lo que quieran corresponde a los políticos y las víctimas no son quienes para decir si el Gobierno debe negociar o no. Al parecer, Broseta el justiciero no quiere que las víctimas interfieran en ello y se presenta espontánea y desinteresadamente para despolitizar a las víctimas, que según parece deben limitarse a llorar a sus muertos y ponerles flores en los aniversarios.

Menos mal que al menos la justicia divina todavía funciona y le ha dado un merecido revolcón a este profesional de la justicia humana que tan irregulares métodos emplea para conseguir sus fines.

No cabe duda que Rubalcaba ha creado escuela.