ZP, ese hombre - V parte

Gregorio Peces Barba, el que fue nombrado por ZP para ocupar el cargo de “Alto Comisionado de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo” con el encargo de dividir moral y estratégicamente a las víctimas y para cuya labor era el más idóneo por su sectarismo, servilismo y carencia de escrúpulos para hacer determinados papeles al servicio del más innoble socialismo, se despacha con un artículo en El País de fecha 07.08.2007 titulado «En torno a la Educación para la Ciudadanía» en donde arremete contra la Iglesia por su oposición a la obligatoriedad de adoctrinamiento en las escuelas. Para este comisario político de la antigua escuela es lícito imponer a todos los españoles su concepción del mundo a través de la asignatura que debería llamarse “Manipulación de la Ciudadanía”.

Entre otras cosas –selecciono algunos párrafos- dice este desvergonzado lacayo que «Ahora toca Educación para la Ciudadanía, antes fue el divorcio, el aborto, la enseñanza de la religión, el matrimonio entre homosexuales, la Ley de Educación e incluso dimensiones de la financiación que les parecen insuficientes.»

«Desde una arrogancia extrema, una sensación de impunidad y un insufrible sentido de superioridad, derivada de que administran "verdades superiores", llevan años desafiando a las autoridades legítimas, a la Constitución y a la ley intentando imponer sus criterios frente al interés general y a la soberanía popular residenciada en el Parlamento.»

« Parece, aunque no lo confiesen, que su modelo es Irán donde el islamismo, la religión manda sobre las autoridades y sobre el propio presidente de la República y donde la pena de muerte no sólo está vigente sino que se aplica con abundancia. Naturalmente sin aceptar el islamismo, es imposible seguir su modelo en los contenidos, aunque sí les gustaría poder aplicar sus formas.»

«Es tal su ceguera y su decisión para expulsar al Gobierno socialista y para ocupar el poder que apuestan por este escenario con hegemonía de la Iglesia-institución sin pensar el daño que hacen así a la España civil. Está visto que los que se llaman liberales como la Esperanza Aguirre apoyan estas campañas que Stuart Mill, el granliberal, repudiaría si viviese.

Una mezcla de ignorancia y de inconsciencia respecto al daño que producen y de rencor hacia las actuales autoridades les llevan a este peligroso seguidismo, que ninguna derecha europea seria puede apoyar.»

«Además de la falta de fundamentos intelectuales para justificar el rechazo de la Educación para la Ciudadanía, con posturas que contradicen la evolución de la modernidad, con la secularización de la moralidad, con la tolerancia, con el pluralismo y con la idea de la persona centro del mundo y centrada en el mundo, su oportunismo y su falta de rigor desmerecen su postura ante los sectores ilustrados y libres que son mayoritarios en la sociedad española. Se aprovechan de su inmunidad, que es impunidad, y juegan sucio ante un poder político que no quiere enfrentarse con la jerarquía. En su insensatez están alentando un imposible movimiento de objeción de conciencia que carece de cualquier posibilidad de prosperar, ocultando que realmente propugnan la desobediencia civil, que puede conducir a quienes les sigan, entre los padres de familia, a un muy grave perjuicio puesto que sus hijos no podrán acabar el nivel de enseñanza correspondiente sin Educación para la Ciudadanía ni obtener el grado.»

«No pueden ni deben seguir por ese camino ni tensar tanto la cuerda. Son responsables de la agitación que impide la paz social y beligerantes contra la política del Gobierno y contra cualquier progreso. Deben sosegarse y permitir el desarrollo normal de la sociedad civil, sin sus constantes interferencias, sin hostigar a los heterodoxos ni despreciar a las conciencias individuales que no coinciden con sus planteamientos. Deben tener más respeto a los disidentes y evitar maldecir y condenar todo el tiempo. Si este nuevo clima no se consigue en la próxima legislatura, habrá que abordar el tema de la acción y de la situación de la Iglesia y establecer un nuevo estatus, que les sitúe en su sitio y que respete la autonomía de la autoridad civil.»

Pues hasta aquí lo más revelador del personaje. El tercer párrafo trascrito relativo a Irán es repugnante y querellable por cuanto afirma que a la Iglesia le gustaría poder aplicar la pena de muerte. El resto de su panfleto no merece más que algunas risas y desprecio. Después de haberle visto actuar sin escrúpulo moral alguno en relación con las víctimas del terrorismo, a quienes despreciaba, que semejante personaje pretenda dar clases de moralina a la Iglesia es para quedarse boquiabierto por su capacidad de cinismo.

No será sólo la Iglesia quien condene el adoctrinamiento “progresista” en las escuelas por parte del Estado sino que será la Unión Europea quien mostrará su rechazo a que los padres sean suplantados tan dictatorialmente ya que dicha asignatura obligatoria invade la esfera reservada a la educación de los padres por nuestra Constitución y por el más elemental de los derechos, abordando cuestiones morales y éticas como la construcción de la conciencia moral, la educación afectivo-sexual, las orientaciones afectivo-sexuales, el relativismo, la ideología de género, etc.

Tan desacreditado personaje que amenaza con un nuevo estatus para la Iglesia, “que les sitúe en su sitio y que respete la autonomía de la autoridad civil” debería reclamar lo mismo a los terroristas con quienes negocia esa misma autoridad que le amamanta y exigirles que cumplan las decisiones judiciales y se sometan finalmente al poder civil.

Es bien sabido, los cobardes sólo se atreven contra quienes saben pacíficos y que pondrán la otra mejilla.Este ridículo tipejo no se atreverá nunca a escribir contra ETA o el Islam. Contra ETA no lo hará porque en los años 70 era abogado de los etarras y contra el Islam por cobardía.

Todo un referente moral idóneo para impartir clases de ética.