Algo que el presidente Rodríguez no debería olvidar
– ¡¡Sí, juramos!! –


05 junio 2006

ZP el antinuclear – 2ª parte

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Desde el año 1997, existen argumentos a favor de la energía nuclear por parte de personas que también están concienciadas con el ecologismo o relacionadas con el medio ambiente como, por ejemplo, el francés Michel Lung, miembro de la Sociedad Francesa de Energía Nuclear y de la Asociación de los ecologistas a favor de la energía nuclear.

Por su parte, James Lovelock, gurú de los ecologistas, lleva años haciendo diversas declaraciones a favor de la energía nuclear. En su opinión, “la energía nuclear es la única forma realista de evitar el aumento del calentamiento global del planeta”. En definitiva, estas personas son ecologistas y a la vez creen necesario el uso de la energía nuclear para producir electricidad, entre otras aplicaciones, ya que este tipo de energía, al no emitir dióxido de carbono a la atmósfera, es respetuosa con el medio ambiente.

Igualmente, no hace mucho, el fundador de Greenpeace, Patrick Moore, se arrepentía de la campaña que durante los años setenta arrasó con las conciencias norteamericanas –que rápidamente se opusieron a las centrales nucleares– y pasaba a apoyar el retorno de la energía nuclear mientras no haya una alternativa mejor.

Este líder ecologista decía que "El resto del movimiento ecologista necesita actualizar sus presuposiciones también, ya que la energía nuclear debería ser exactamente el recurso energético que puede salvar nuestro planeta de otro posible desastre: el catastrófico cambio climático. La energía nuclear es la única energía de gran escala con buena relación coste-efectividad que puede reducir esas emisiones (de CO2) mientras sigue satisfaciendo una demanda creciente de energía. Y, al día de hoy, lo puede hacer de forma segura"

Pero ZP, el accidente llegado a presidente –perdón, el presidente por accidente– parece que tiene mayor cultura ecológica y está más al día, por lo que mantiene la postura de moda hace treinta años. "Soy el más antinuclear del Gobierno", aseguró Zapatero a los líderes de las principales organizaciones ecologistas, que siguen aprovechando las rentas de la opinión pública creada por ellos durante los primeros años de la energía atómica y que ahora, con el paso del tiempo y a pesar de las nuevas tecnologías, no quieren rectificar.

La subida del precio del petróleo- que ha superado ya los 74 dólares por barril- hace casi obligado que el mundo occidental mire con angustia hacia otras fuentes de energía y sobre todo hacia la nuclear. En nuestro caso, con unos gobernantes atentos sólo a las consignas de la izquierda más rancia, el tema es doblemente grave dado que dependemos en buena parte de Francia durante nuestras puntas de demanda. Esto supone a nuestro país un déficit en energía eléctrica bastante preocupante, a lo que hay que sumar que dependemos totalmente del exterior para generar nuestra propia electricidad (carbón, gas, fuel).

En todo el mundo hay un total de 443 reactores en operación y otros 25 más están siendo construidos en países como Finlandia, China, Japón o la India. En España hay actualmente funcionando 6 centrales atómicas, después de que haya cerrado hace unos días la de Zorita, pero en Francia están operativas 59 centrales nucleares, con lo cual no estaríamos exentos de peligros radioactivos aunque, por otro lado, ello parece demostrar que con las medidas adecuadas el riesgo se minimiza absolutamente.

Catástrofes como las de Chernóbil sólo pueden producirse si se produjera una cadena de fallos encadenados, empezando por un diseño deplorable de la central nuclear –construida sobre un terreno pantanoso a pesar de los informes en contra– y siguiendo por una mala gestión del accidente. Según indicaban todos los informes sobre el accidente realizados por organismos internacionales, la tragedia se desencadenó por la escasa o nula seguridad de central, sus obsoletos sistemas de prevención y la dejadez de las autoridades locales. La presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear español manifestó que se trataba de un accidente “muy mal gestionado, con una central mal diseñada, mal construida, mal manejada."

Pero si en algo supuso un cambio el accidente fue en la concepción de la seguridad en las plantas nucleares. Desde entonces, en todo el mundo se han incrementado sustancialmente los controles y las medidas de seguridad, y los expertos en energía atómica consideran hoy en día inviable un accidente como el de Chernóbil en una central de los países occidentales.

A pesar de esa mejora en la seguridad, las plantas siguen teniendo la oposición frontal de grupos ecologistas, que piden que se cierren todas las centrales del mundo.

Y el gran líder de la revolución, ZP, al frente de todos ellos. Parece que ZP sigue siendo el político más antinuclear de Europa, nuevamente desfasado y viviendo en el pasado. Los líderes ecologistas han tardado treinta años en rectificar, esperemos que ZP lo haga e invierta en fuentes de energía alternativas sin esperar ese plazo y sin que todo quede en posturas y consignas de sus tiempos estudiantiles.

La situación global –no sólo del medio ambiente– no espera más.


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Nota:

REANUDADA LA PUBLICACIÓN EN FEBRERO 2010.

Los anteriores capítulos quedaron completos y cerrados.