Algo que el presidente Rodríguez no debería olvidar
– ¡¡Sí, juramos!! –


05 junio 2006

ZP el antinuclear

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El siguiente artículo lo escribí y publiqué en el foro Monclovitas a primeros del pasado mes de mayo y hasta entonces Zapatero mantenía que era el más antinuclear del Gobierno y había negado la renovación del permiso de funcionamiento a la central nuclear de Zorita, que ha sido finalmente cerrada. Igualmente, el pasado febrero, con motivo de la entrada en vigor del Protocolo de Kioto, Zapatero reiteraba su compromiso –figura en su programa electoral– de acabar con la energía nuclear en los próximos 20 años.

Sin embargo, en un espectacular giro a su política energética y retractándose una vez más de todo lo dicho y prometido, ZP ha pasado a defender la misma política pro-nuclear de George Bush y olvidándose de las energías alternativas y de todos sus discursos ecológicos se ha mostrado favorable a la construcción de varias centrales nucleares más en España.

Mientras tanto, Francia presiona para vendernos sus reactores nucleares y posiblemente ahí esté la explicación de su cambio de criterio ya que de todos es sabido que el Gobierno extranjero que más influye en Zapatero es el gobierno conservador francés. Hay mucho dinero en juego para todos, así que sin duda tendremos centrales nucleares.

Pero además de las citadas razones de peso, hay otras que obedecen a razones de interés general, que son precisamente las que trataba de aclarar en el texto que sigue y que nunca hubieran conseguido cambiar de criterio a ZP:


Además de su desastrosa gestión económica que, entre otras calamidades, ha significado la pérdida de millonarias subvenciones europeas fundamentales para sectores como la agricultura, las infraestructuras y otros, la política energética del Gobierno, lejos de liberarnos de la dependencia del petróleo para la producción energética, se opone a la construcción de nuevas centrales nucleares y el presidente Rodríguez presume de ser el enemigo número uno de la energía nuclear, única que nos permitiría independizarnos de los países musulmanes y repúblicas bananeras en ese aspecto.

Cada vez son más los países productores de petróleo que se radicalizan y tratan de imponer precios que dentro de poco no podremos pagar. Irán, Venezuela y ahora Bolivia crean dificultades o encarecen el suministro. Ya no se trata del coche sino de la industria, ya no afectaría al trasporte sino a miles de puestos de trabajos que dependen de la energía. Ya no importaría el costo de mover el coche para acudir al trabajo porque no tendríamos trabajo al que acudir.

No sé si debemos rechazar o reclamar la energía nuclear porque la información disponible es contradictoria, pero no cabe duda que las centrales nucleares son cada día más seguras y en España tenemos el ejemplo de Zorita, construida hace casi 40 años y cerrada ahora sin que haya provocado problema alguno de salud entre sus trabajadores o el entorno.

Zorita, que se acopló a la red en julio de 1968 y se ha desconectado el 30 de abril 2006, cierra su vida útil "batiendo varios récord": el de trabajo sin paradas automáticas (1.688 días); el de días ininterrumpidos de acoplamiento a la red eléctrica (388); el periodo de carga de combustible más corto (26 días); y el de máxima producción anual (1.244 Gwh en 2004).

Los países de nuestro entorno, cuyos gobernantes en vez de demagogia hacen previsiones, toman medidas ante la situación de crisis que en el futuro podría sufrirse en el mundo del petróleo.

Francia genera más del 75% de su energía eléctrica por medio de centrales nucleares –mientras España estaba en el 22,7% antes de cerrar Zorita– y ha aprobado la construcción de otro reactor de nueva generación y es previsible que en los próximos años se aprueben más.

Portugal está en vías de replantearse su actual negativa a la construcción de centrales nucleares y se verá obligada a ello por el alto precio que allí tiene la energía eléctrica.

Marruecos ya se ha iniciado en la energía nuclear con su primer reactor que, aunque de sólo 2.000 KW, les permitirá adiestrarse en el dominio de esa tecnología –norteamericana en este caso– para la que proyectan nuevas instalaciones con tecnología franco-alemana.

Así, mientras los países vecinos se cubren previsoramente contra un posible conflicto internacional que cierre el grifo del petróleo árabe o sudamericano, España es el único país que ha renunciado a la tecnología nuclear por razones más políticas y teatrales que técnicas.

Mientras tanto, muchos ecologistas contrarios a la energía nuclear han cambiado de opinión. El problema ecológico más grave con que nos enfrentamos es el calentamiento global y no el riesgo nuclear de las instalaciones civiles. En los EE.UU., las emisiones de CO2, el gas responsable del cambio climático, proceden de las más de 600 plantas eléctricas que funcionan con la combustión de carbón.

Continuará...

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Nota:

REANUDADA LA PUBLICACIÓN EN FEBRERO 2010.

Los anteriores capítulos quedaron completos y cerrados.