Algo que el presidente Rodríguez no debería olvidar
– ¡¡Sí, juramos!! –


26 febrero 2010

ZP y el patriotismo electoral


Entre iguales, de nación a nación.



Tres años entregado a los separatismos, diciendo que para él la patria es la libertad, dejando que la bandera de España sea arriada en docenas de ayuntamientos y organismos públicos –incluso permitiendo que el mástil de la española sea quitado- y ahora, a seis meses de las elecciones nos sale con un eslogan que pretende reivindicar lo español.

Una campaña de anuncios sobre diversos temas que terminan con la frase “Gobierno de España” no puede ser más cínica e interesada, pero es lógico que después de haber estado actuando al son que le marcan los independentistas y de haber cedido a todo, alentando y alimentando todo cuanto pudiera ayudar a mantenerle en el poder, incluida una negociación con ETA mil veces negada a pesar de las evidencias, ahora el Gobierno de España necesite recordar que es el “Gobierno de España”.

La verdad es que no parecía que esa banda que se ha hecho con el poder fuese el Gobierno de España. De ahí la necesidad de dar publicidad al tema en un intento de convencer al electorado de que pese a los hechos, ellos son el Gobierno de España y no unos simples colaboradores de los independentistas vascos y catalanes.

Pero lo tienen crudo. Salvo a los ya convencidos porque pastan en los pesebres de la izquierda o alguna otra cosa tienen que ganar, un Gobierno que niega el agua a las regiones más necesitadas mientras permite que el sobrante del Ebro vaya a parar al mar, no parece que sea el Gobierno de España.

Un Gobierno que cede soberanía en favor de unas provincias separatistas y les otorga atribuciones y derechos blindados que no tienen otras, creando diferencias que perjudican a las regiones más pobres de la nación española, no parece que sea el Gobierno de España.

Un Gobierno que permite que el idioma español sea proscrito y perseguido en diversas regiones de España porque así conviene a los intereses separatistas, consintiendo que el derecho a la educación en el idioma materno sea pisoteado a pesar de estar respaldado por la Constitución y tratarse de un idioma oficial en todo el territorio nacional, no parece que sea el Gobierno de España.

Un Gobierno que recula en la lucha contra el terrorismo y desanda el camino recorrido para sentarse con ETA como iguales a negociar cuales son las concesiones que quiere, calificando al portavoz pro-etarra de “hombre de paz” y sorteando la ley para mandar a su casa al autor de 11 atentados y asesino de 25 personas, no parece que sea el Gobierno de España.

Un Gobierno cuyo Presidente prometía de antemano aceptar el Estatuto que aprobase el Parlamento de Cataluña a sabiendas que tal estatuto sería totalmente anti-español y pro-independentista, auto-concediéndose facultades que atentan contra la soberanía nacional, no parece que sea el Gobierno de España.

Un Gobierno que nunca ha contestado ni combatido los insultos a España o los ultrajes a su bandera y que por el contrario ha permanecido en una actitud más cercana a la complicidad que a la indiferencia, no parece que sea el Gobierno de España.

Un Gobierno que recibe a los líderes del separatismo vasco y catalán con todo el simbolismo que corresponde a los jefes de estado de otras naciones y que sitúa las banderas catalana y vasca –inventada por Sabino Arana, padre del independentismo vasco– a la misma altura que la bandera nacional de España en oposición a cuanto legislado sobre el particular, que dispone que la bandera de España ocupará siempre lugar destacado, visible y de honor, ocupando lugar preeminente y de máximo honor, es decir, destacando sobre otras banderas autonómicas, que no podrán ser de mayor tamaño ni estar a su misma altura, no parece ser el Gobierno de España.

Un Gobierno que habla de Cataluña y España como si se tratase de dos entidades nacionales distintas, como si España no fuera una sola nación y que permite que el gobierno catalán actúe como si tuviera soberanía propia en temas como el deporte, con equipos nacionales catalanes, o la fiscalidad y otros, no parece que sea el Gobierno de España.

Un Gobierno que no defiende la unidad indisoluble de España y un presidente que llama “nacionalistas españolistas” a quienes creen en ello, que afirma que la nación es "un concepto discutido y discutible" y que defiende que el país es una "nación de naciones", no parece que sea el Gobierno de España.

Que hayan debido poner en marcha esta campaña de marketing es el más rotundo reconocimiento de que los españoles no identifican al Gobierno de ZP como el “Gobierno de España”. Así lo reconocen nuestros “gobernantes” porque de sobra saben cual ha sido su actuación y de ahí la necesidad que tienen de hacer campaña para reivindicar algo que debiera haber sido pero que nunca fue la marca de la casa y que ahora, de cara a las elecciones, tienen necesidad de recuperar.

¿Entienden Vds. ahora por qué necesitan inculcar a la gente que son el “Gobierno de España”?

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Nota:

REANUDADA LA PUBLICACIÓN EN FEBRERO 2010.

Los anteriores capítulos quedaron completos y cerrados.