ZP, ese hombre - V parte

En el corazón de la Unión Europea están apareciendo signos alarmantes de depauperación y empobrecimiento en una parte de la población trabajadora. Millones de personas en Alemania y Francia viven con cerca de 450 euros al mes.

Y en España, a pesar del optimismo triunfalista del Gobierno, no se terminan de solucionar los problemas que amenazan nuestra economía. El paro y la inflación siguen estando ahí mientras que la política económica del Gobierno no resulta adecuada para resolver ni siquiera a medio o largo plazo los problemas económicos vinculados al paro, la inflación o la subida de los tipos de interés.

Los últimos datos económicos conocidos la pasada semana indican que los precios siguen aumentando por cuarto mes consecutivo. Por otro lado, los gastos del Estado se multiplican y el endeudamiento también. Ya pagarán los que vengan.

Así lo advierte la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, FAES, que avisa sobre los crecientes problemas económicos derivados de la política de Zapatero ya que los principales riesgos para la economía española proceden de temas como los cambios autonómicos o el aumento del gasto público.

Sin duda, la imposición del lenguaje catalán o vasco o la multiplicación de las regulaciones y de los funcionarios que asumen las competencias del Estado en cada una de las autonomías como consecuencia de las nuevas leyes, aumentan el gasto público sin que el Gobierno haya sido capaz de contestar a la oposición sobre el coste real de tales leyes y de las consecuencias que para la economía española pueden representar sus irresponsables decisiones y concesiones a unos y otros, incluyendo sus renuncias a las ayudas europeas por su mala gestión o por acuerdo a cambio de otras cosas como la inhibición europea en la OPA de Gas Natural.

A todo ello hay que añadir la pérdida de credibilidad de las instituciones españolas y la repercusión que ello tiene en el comportamiento de las grandes empresas y de la Bolsa dado que, en opinión de los expertos, si la cuenta de resultados depende de los criterios de unas entidades manipuladas por el Gobierno y de los problemas políticos de los españoles, actuarán en consecuencia. O bien dirigiéndose a países con menores riesgos políticos, o bien especializándose en ganar el favor del Gobierno. Lo cual, si lo consiguen, puede ser muy beneficioso para la empresa, pero es muy perjudicial para el conjunto de la economía.

Todos podemos comprobar que España es cada día menos competitiva y más cara. El pasado año España retrocedió seis puestos en el ranking de competitividad y bajó del puesto 23 al 29, pasando de la 9ª a la 12ª posición entre los países miembros de la Unión Europea, según los datos del Foro Económico Mundial (FEM). Otro dato que tampoco nos ayuda a ser optimistas es la fuerte inflación a la que está sometida nuestra economía. Los precios subieron casi dos puntos por encima de las previsiones.

Sin embargo, la banca sigue aumentando sus beneficios al mismo ritmo de siempre, alrededor de un 20% más que el año precedente.

En general, los grupos bancarios españoles ganaron el pasado año 2005 un 159 por ciento más que en 2004, alcanzando los 12.333 millones de euros, una cifra record en su historia que casi duplica los 7.766 millones del anterior ejercicio.

El BBVA logró en 2005 un beneficio atribuido que alcanza los 3.806 millones de euros, un 30 por ciento más que en el ejercicio de 2004. Y además, ganó en el primer trimestre 2006 un 25,1% más respecto al mismo periodo de 2005.- También podemos deducir que en el primer trimestre 2006 gano un 55,1% más que en 2004.

El Grupo Santander obtuvo en el primer trimestre del año 2006 un beneficio atribuido de 1.493 millones de euros, lo que supone un incremento del 26 % respecto al mismo periodo del año anterior,

El grupo La Caixa obtuvo en el primer trimestre del año 2006 un beneficio atribuido de 455 millones de euros, un 19,8% más que en el mismo periodo de 2005, y registró crecimientos en todos los márgenes, incluyendo las comisiones, que tuvieron un crecimiento del 11,5%.

Y así todos desde hace años. Sin embargo, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB) tiene el cinismo de afirmar que los bancos españoles son muy baratos. Este asalariado de los banqueros no ha querido entrar en el polémico tema de las comisiones bancarias porque considera que “la prensa no lo va a entender”, pero la verdad es que no podría explicar que las comisiones suponen hoy el 50% del negocio, cuando hace una década no alcanzaban ni una cuarta parte.

El nuestro es un Gobierno de intereses aunque con guión de extrema izquierda desarrollado desde el nazismo dictatorial. Si se tratara de un Gobierno socialista habría creado alguna medida para controlar la banca y no parece que esté interesado en ello sino todo lo contrario.

Nunca la banca había campado por sus respetos como ahora, en la era ZP.