ZP, ese hombre - V parte

El Confidencial Digital nos informa de la siguiente exclusiva y aunque se reserva las fuentes no debería ponerse en duda su veracidad a pesar de que el Gobierno lo desmienta:

«La juez Laurence Le Vert, la principal colaboradora con España en la lucha contra ETA, estuvo a punto de detener en mayo a la cúpula de la organización, pero una filtración desde España les avisó.

Según informaciones que han llegado a El Confidencial Digital, la magistrada francesa, dedicada desde hace años a combatir el terrorismo etarra, y que tiene en su haber destacados éxitos, había conseguido datos ciertos sobre una inminente reunión de la cúpula de la banda, en el mes de mayo.

Le Vert preparó junto con la policía gala, con cuarenta y ocho horas de antelación, un operativo dirigido a proceder a la detención y desarticulación de la dirección de ETA. Sin embargo, para su sorpresa, cuando los agentes montaron el dispositivo y se apostaron en el lugar indicado, no llegó nadie.

La juez, que había tenido informadas a las autoridades españolas, supo después que se había producido una filtración desde España, y que los dirigentes de ETA habían recibido el mensaje de que no acudieran a la cita prevista.

Las informaciones recabadas por ECD añaden que la indignación de Laurence Le Vert fue de tal calibre que el secretario de Estado de Interior, Antonio Camacho, tuvo que mantener una conversación personal con la magistrada para intentar calmarla, cosa que logró muy difícilmente.»

Hasta aquí la noticia que, de ser cierta, convertiría a Zapatero y a su Gobierno en cómplices de la banda asesina ETA ya que, según parece, con la colaboración de los socialistas españoles los terroristas burlaron la acción de la justicia. Si se confirmara, Zapatero y su Gobierno serían tan canallas como los organizadores del 11-M, los auténticos todavía sin descubrir.

Hay que ser muy canalla y haber caído muy bajo para evitar que la cúpula etarra fuera detenida y poner a la organización contra las cuerdas. Han preferido la negociación y pasar por ello a la Historia –aunque sea como traidores– antes que la derrota policial de ETA. El presidente Rodríguez heredó de Aznar una banda prácticamente acabada que hubiera sido finalmente derrotada a corto/medio plazo tanto a nivel policial como político y sin embargo ZP reconstituyó y respaldó al brazo político, permitiendo que la banda se reorganizara y fortaleciera hasta el extremo de tratar en términos de igualdad al Estado español e imponer sus condiciones en una negociación donde esperan conseguir todos los objetivos que han estado queriendo obtener mediante el asesinato y que finalmente ZP les otorgará mediante inconfesables acuerdos.

Si se confirmase que desde el Gobierno español o su entorno se avisó a ETA de la operación que iba a detener a sus jefes, los responsables de la filtración, incluyendo a las más altas instancias que la autorizaron, deberían ser inculpados por colaboración con banda armada, a lo que deberían añadirse otras complicidades de la banda de Zapatero con Herribatasuna-ETA, todas ellas consecuencia de su rendición a los terroristas.

Por el contrario, aquí no pasa nada y nadie pedirá la investigación de los hechos y mucho menos los denunciará para un posible procesamiento de los nuevos cómplices de ETA.

Otra canallada sin eco y otra oportunidad perdida para la justicia y la torpe oposición.